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Sueños de betún

 



En un barrio olvidado por el tiempo, vivía Tomás, un niño de mirada profunda y silenciosa. Su infancia no conoció cuentos antes de dormir ni abrazos de consuelo. En su hogar, los gritos eran más comunes que las risas, y los golpes más frecuentes que las caricias. Sus padres, atrapados en sus propias frustraciones, descargaban en él una violencia que nunca mereció.

Una noche, con el corazón latiendo como un tambor de guerra, Tomás decidió escapar. No sabía a dónde ir, pero sí sabía de dónde quería huir. Caminó hasta el centro de la ciudad, donde los edificios parecían tocar el cielo y la gente caminaba con prisa y trajes caros. Allí, con un cepillo, un trapo y una caja de betún, comenzó a lustrar zapatos.

Al principio, nadie lo notaba. Pero su respeto, su sonrisa tímida y su dedicación fueron conquistando a los clientes. Día tras día, peso tras peso, Tomás fue llenando una pequeña lata escondida bajo cartones. No gastaba en golosinas ni juguetes. Soñaba con algo más grande: estudiar.

Años después, con el mismo empeño con el que sacaba brillo a los zapatos, Tomás se sentó en un aula. Era aplicado, curioso, incansable. Se convirtió en uno de los mejores alumnos de medicina. No solo aprendía a curar cuerpos, sino también a sanar almas

Cuando se recibió, no hubo fiesta ni aplausos familiares, pero él celebró en silencio, con la dignidad de quien ha vencido al destino.

Abrió su propio consultorio en un barrio humilde. Atendía a todos por igual: al empresario y al albañil, al anciano y al niño. Su trato era humano, su escucha sincera. Pronto, su nombre se volvió sinónimo de esperanza.

Un día, con el corazón sereno, volvió a la casa de su infancia. Tocó la puerta que una vez había cruzado con miedo. Sus padres, ya envejecidos, lo miraron con una mezcla de vergüenza y asombro. No hubo reproches. Tomás solo dijo: “Estoy aquí para ayudarlos”.

Les ofreció cuidados, compañía y perdón. Y aunque sus padres nunca pudieron borrar el pasado, aprendieron que el amor puede florecer incluso en los terrenos más áridos.

 



El dolor puede marcarte, pero no define quién eres. El perdón no borra el pasado, pero libera el futuro. Y cuando el corazón elige la compasión en lugar del rencor, incluso las heridas más profundas pueden convertirse en cicatrices de sabiduría.





30 comentarios:

Roselia Bezerra dijo...

Boa noite de domingo, querida amiga Mathilde!
Que história emocionante!
O perdão aumenta ainda mais as bênçãos a se receber.
Gostei muito de estar aqui agora.
É uma verdadeira história de vida.
Excelente post!
Tenha uma nova semana abençoada!
Beijinhos fraternos

Mário Margaride dijo...

Boa noite amiga.
História muito interessante aqui partilhas.
Infelizmente, há muitos Tomás por esse mundo fora. Onde a infância nunca o foi, e foi obrigado a subir a montanha a pulso e singrar na vida, sem ter rancor ou algo semelhante a esse passado de infância perdida.

Um belíssimo texto para refletirmos sobre a necessidade de sabermos perdoar.
Gostei bastante.

Muito obrigado, pela visita e gentil comentário no meu cantinho.
Beijinhos e uma feliz semana, com tudo de bom.

Mário Margaride

http://poesiaaquiesta.blogspot.com
https://soltaastuaspalavras.blogspot.com

J.P. Alexander dijo...

Es una linda historia y tienes razón la dificultades nos fuerzan a ser mejores. Te mando un beso.

carlos perrotti dijo...

Conmovedora historia. Entrañablemente escrita. Otro gran recurso literario, la narración, también a tu alcance... Bravo!!
Abrazo admirado.

Susana Moreno dijo...

Lo malo son las pesadillas que te lo recuerdan. Un beso

TORO SALVAJE dijo...

Bonita historia y buena moraleja.

Besos.

Campirela_ dijo...

Me conmovió la historia que nos dejas.
Muy bonita y tierna.
Fuerte abrazo feliz día.

Jaime Portela dijo...

Um conto maravilhoso.
Está provado que muitos filhos progridem melhor sem a ajuda dos pais...
Boa semana querida amiga.
Beijos.

Anónimo dijo...

Bonito cuento con una moraleja espectacular.
Excelente blog
Saludos Mathilde, te felicito

Pantherka dijo...

It's a very nice story and beautifully written.

A.S. dijo...

Una historia hermosa y conmovedora que a menudo ocurre en la vida real. Está muy bien escrita, lo que revela tu talento literario, Mathilde. El perdón es una prueba de humildad, que siempre será recompensada. Necesitamos ser humildes para lograr una vida estable y pacífica en esta sociedad cada vez más individualista.

Que tengas una feliz semana.
Un abrazo.

O Árabe dijo...

Desta bela história, amiga, destaco especialmente uma frase: "Não sabia para onde ir, mas sabia de onde queria escapar.". Quantas vezes isso acontece a todos nós! Belo post. Meu abraço, boa semana.

lanochedemedianoche dijo...

Una historia de un ser bueno, que supo hacer lo que quería para servir a los demás.
Abrazo

Emilio Muñoz dijo...

Y es que el amor siempre es imprescindible para vivir. Sentirse amado es algo sin lo cual no se puede vivir. Pero también creo que en el ser humano, en cualquier circunstancia, siempre se deja la puerta abierta al amor, a dar y recibir amor, a ser cálidos en el trato. Así nacemos!!!

El papel que juega el amor es como tú bien dices. En el caso de que el dolor haya creado un trauma es más complejo, especialmente si el trauma nació, como suele ocurrir, en la infancia. A veces no se puede perdonar antes de haber expresado toda la repulsa, todo el sentimiento de injusticia, todo el rencor hacia quienes hicieron tanto daño. Por eso se necesita una etapa de adaptación después de haber tenido la valentía de reconocer y asimilar. A veces se necesita incluso mostrar el resentimiento. Y en estos casos es un paso obligado para la normalización.

Pero es cierto que en ese proceso de normalización se hace más corto e intenso si.

Tu historia es una historia muy bella, no solo por lo que cuentas, también por cómo lo cuentas. Sabes de ello, y tu mirada es una mirada de comprensión y afecto.

Como verás, al fina tu historia sirve para definirte como ser humano. Un ser humano luminoso!!! Gracias por ser tan transparente.

Y por ahora nada más. Mandarte un enorme abrazo y todo mi cariño.

Miguel Pina dijo...

Me encantó cómo lograste capturar la esencia de un niño que, a pesar de las heridas, eligió brillar como el betún que usaba, convirtiendo su esfuerzo en un símbolo de dignidad y propósito. La escena en la que regresa a enfrentar su pasado, no con rencor, sino con amor y perdón, es simplemente poderosa. Es un recordatorio de que, como dices, el dolor no define quiénes somos, sino que nuestras elecciones pueden moldear un futuro lleno de luz. Un fuerte abrazo.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

Una historia muy bella,saludos

Etienne dijo...

En el mundo de hoy hay muchos ejemplos de este tipo, pasa entre la gente, más no entre quienes tienen el corazón esquivo de emociones.
Hermoso texto!

CARLOS dijo...

Me gusta el relato, que tengas un buen día.
Besos

Irish Cherokee dijo...

A lesson for all to take note of. Love in return from punishment. Hearts change under these conditions. Beautifully written.

Hugs and Blessings

AMALIA dijo...

Una historia muy bonita y muy reflexiva.
Me encantó leerla.
Un beso.

Pantherka dijo...

Thanks for the comment.
Greetings.

Victor S E Moubarak dijo...

God bless.

Mário Margaride dijo...

Olá, amiga!
Passando por aqui, para desejar bom fim de semana, com tudo de bom.
Beijinhos, com carinho e amizade.

Mário Margaride

http://poesiaaquiesta.blogspot.com
https://soltaastuaspalavras.blogspot.com

Lucinalva dijo...

Bom dia, Mathilde
Linda reflexão. O amor sempre vence e o perdão liberta, um forte abraço.

mariarosa dijo...

Muy buena historia, pensé mientras leía que buena y que enseñanza, pero leo que es Anónimo, gracias por rescatar tan bella lectura que emociona, deja un aprendizaje.

mariarosa

Maria Rodrigues dijo...

Belíssima e reflexiva historia, de dor, força de vontade, superação e perdão.
Beijos e um excelente fim de semana

Maria Rodrigues dijo...

Uma maravilhosa história de dor, força de vontade, perseverança, amor e perdão.
Beijinhos e bom fim de semana

حزقيال dijo...

Mathilde muy bella historia, con una enseñanza en la vida de Tomas. A veces con esfuerzo uno puede superarse los desafíos que nos presenta la vida. Felicitaciones, se ve que estas cómoda en el proceso de creación de historias.

Que tengas un buen día!
Besos

Marina Filgueira dijo...

Es una historia tan bella y triste a la vez, conmueve los corazones y el alma de las personas sensibles, por supuesto el perdón es necesario, pero claro olvidar es más difícil. Todo depende de cada persona, el maltrato en los niños o en cualquier persona, marca a uno para toda la vida.
Un inmenso placer leerte, tus letras invitan a pasar un rato de lectura super interesante.
Un largo abrazo expandiendo salud amor y armonía.
Se muy muy feliz 🙏🌹🌹🌹♥️

Meulen dijo...

Quien captó lo mejor de su humanidad a pesar de lo que pensaban iban a traumar su alma, no pudieron, él elgió vivir en el camino amplio de la grandeza interior...no estaba solo , eso es seguro...aunque el texto no lo dice ,eso se intuye.
Abrazos.

♥La Vida está hecha de alegres y tristes Momentos. Disfrutemos cada día como si fuera el último de nuestra vida♥